VERDAD DE LA BUENA.
Corrían los primeros años veinte del siglo XX cuando Federico García Lorca recogía la siguiente cancioncilla en su libro de poemas titulado "Canciones".
"...este zin-ti-yo que tengo", dice el granaíno.
"...este zin-ti-yo que tengo", dice el granaíno.
¡Ay, qué trabajo me cuesta,
quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire,
el corazón
y el sombrero.
¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?
¡Ay, qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!
quererte como te quiero!
Por tu amor me duele el aire,
el corazón
y el sombrero.
¿Quién me compraría a mí
este cintillo que tengo
y esta tristeza de hilo
blanco, para hacer pañuelos?
¡Ay, qué trabajo me cuesta
quererte como te quiero!
JAVIER RUIBAL - "Por tu amor me duele el aire". 1997.