DEVANEO. Treinta y dos.
Abro los ojos y me dejo llevar por el deseo.
Ese deseo que te apega a la vida,
si esa vida sólo fuera el rato en el que te quedarías para siempre.
Ese deseo que te apega a la vida,
si esa vida sólo fuera el rato en el que te quedarías para siempre.
3 comentarios:
La vida hay vivirla así, como si cada día fuese el último, con ganas y con fuerza, pero sobre todo con amor.
Un saludo.
¿Qué sería de nuestras vidas sin amor, curiosidad e ilusión?
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