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lunes, 9 de enero de 2012

VA A SER POEMA.

no es para quedarnos en casa que hacemos una casa
no es para quedarnos en el amor que amamos
y no morimos para morir
tenemos sed y
paciencias de animal
Costumbres” de Juan Gelman.
A ver,… los hombres amamos.
…no es que queramos estar con todas, …que sí,
pero cuando estamos, es mucho más que estar con su sexo.

…como ellas.


decir que esa mujer era dos mujeres es decir poquito debía tener unas 12397
mujeres en su mujer era difícil saber con quién trataba uno en ese pueblo de mujeres ejemplo:

yacíamos en un lecho de amor
ella era un alba de algas fosforescentes
cuando la fui a abrazar se convirtió en singapur llena de perros que aullaban

recuerdo cuando se apareció envuelta en rosas de agadir
parecía una constelación en la tierra
parecía que la cruz del sur había bajado a la tierra
esa mujer brillaba como la luna de su voz derecha

como el sol que se ponía en su voz
en las rosas estaban escritos todos los nombres de esa mujer menos uno
y cuando se dio vuelta
su nuca era el plan económico
tenía miles de cifras y la balanza de muertes favorables a la dictadura militar
o sea nunca sabía uno adónde iba a parar esa mujer
yo estaba ligeramente desconcertado
una noche le golpeé el hombro para ver con quién era y vi en sus
ojos desiertos un camello

a veces
esa mujer era la banda municipal de mi pueblo
tocaba dulces valses hasta que el trombón empezaba a desafinar
y los demás desafinaban con él
esa mujer tenía la memoria desafinada

ustéd podía amarla hasta el delirio
hacerle crecer días del sexo tembloroso
hacerla volar como pajarito de sábana
al día siguiente se despertaba hablando de malevich

la memoria le andaba como un reloj con rabia
a las tres de la tarde se acordaba del mulo que le pateó la infancia una noche del ser
ellaba mucho esa mujer y era una banda municipal
la devoraron todos los fantasmas que pudo alimentar con sus miles de mujeres
y era una banda municipal desafinada
yéndose por las sombras de la placita de mi pueblo

yo compañeros una noche como ésta que nos empapan los rostros que a lo mejor morimos
monté en el camellito que esperaba en sus ojos y me fui de las costas tibias de esa mujer

callado como un niño bajo los gordos buitres que me comen de todo menos el pensamiento de cuando ella se unía como un ramo de dulzura y lo tiraba en la tarde

3 comentarios:

Paz dijo...

Monja en el ómnibus

Entre hombres y paquetes, diarios envejecidos,
caras secas, sudores, mejillas con rencor,
envuelta en el silencio de su capucha pálida
la novia de dios viaja con Cristo
sobre los pechos que a nadie dieron de comer.


Juan Gelman

Ana dijo...

Pues claro que sí...mucho más.

No me salgo del guión, también recurro a los versos de Juan Gelman.

.......
"Así fue que cantaron los silencios.
Años y años trabajé para hacerte
antes de oír un solo sonido de tu alma."

Manolo Merino dijo...

Calima, Ana,... gracias por acudid.

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Para el que sabe ver todo es transitorio