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domingo, 17 de julio de 2011

VENTANA OESTE (1)

Aunque los largos comienzos nos sitúan lejos del fin,
siempre podemos difrutar de su perspectiva
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3 comentarios:

Paz dijo...

Hasta en la distancia.Saludos.

No.me.pises.que.llevo.chanclas. dijo...

Qué buena frase!!!!!!!!!!!
El ppio siempre es bueno y el final amargo, es mejor quedarse con la parte del medio...!

edmundo serna ruz dijo...

Abrir veredas, a vuelapluma, sin saber bien donde llevan a nuestra preciosa y mimada soledad, viene a ser ya toda una tradición. Atravesando arboledas de voces y muchedumbres que van a lo suyo, desiertos inexplicablemente embarullados y concurridos, playas urbanas con orillas al vino, llenas de entusiastas carnavaleros que duermen la mona de su san fermín particular y llanuras atestadas de amables ciclistas a caballo que nos intentan dar la brasa, cuan vampiros chupadores de detalles de la vida ajena, somos el último reducto que queda de una estirpe sin nombre en la etiqueta y con fecha de caducidad no homologada.
Las segundas y terceras oportunidades, nos gustan más que estrenar libros al principio de curso o manchar la ropa nueva el día de la juncia, más que esperar al tío de los helados con su carro de madera o sentir desde casa los caballicos de la feria justo al atardecer, sabiendo que con dos duros nos podremos montar hasta cinco veces.
Las oportunidades de la vida son el papel en blanco en el que se ha de escribir una obra maestra y al mismo tiempo son señales en unas páginas ya escritas que el tiempo habrá de calificar y puntuar como cualquier versión no autorizada de nosotros mismos.

Siempre es bien venido un comienzo, no lo dudes, lo que hay que temer es no llegar a conocer el éxito y valor de la función hasta que sea demasiado tarde.

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Para el que sabe ver todo es transitorio