CANTE GRANDE.
PASTORA PAVÓN, niña de los peines - Soy piedra y perdí mi centro.
(soleares de la Serneta). 1947.
(soleares de la Serneta). 1947.
Fui piedra y perdí mi centro
y me arrojaron al mar
y a fuerza de mucho tiempo,
mi centro vine a encontrar;
y piedra fui y perdí mi centro
y me arrojaron al mar.
En dos veredas iguales
yo me paro en la mejor
y si cojo la de mi gusto
ha de ser mi perdición;
y si la de mi gusto cojo,
ha de ser mi perdición.
Y yo no me quejo a mi estrella
que no he intentaíto cosa,
que no me salga con ella;
tan afortuná yo soy
que yo no me quejo a mi estrella.
y me arrojaron al mar
y a fuerza de mucho tiempo,
mi centro vine a encontrar;
y piedra fui y perdí mi centro
y me arrojaron al mar.
En dos veredas iguales
yo me paro en la mejor
y si cojo la de mi gusto
ha de ser mi perdición;
y si la de mi gusto cojo,
ha de ser mi perdición.
Y yo no me quejo a mi estrella
que no he intentaíto cosa,
que no me salga con ella;
tan afortuná yo soy
que yo no me quejo a mi estrella.
2 comentarios:
Es algo extrana para mi. No termino de pescarle el sentido.
Saludos
Perdón por estar últimamente tan parco en palabras. Ya vendrán en el futuro algunas que otras parrafadas... o no.
Amiga alemamá, la idea del paso del tiempo en esta letra de “La Serneta”-cantaora decimonónica jerezana asentada en Utrera-, también a mi me resulta tremendamente enigmática.
Entiendo que la piedra a la que se refiere este cante por soleá (una de las variedades tradicionales del cante flamenco), es una piedra de molino (la “muela”). El tiempo la desgasta hasta hacerle perder su centro -su utilidad, por tanto- y provoca su condena -por imperfecta-, a ser arrojada al mar, pero también es con su paso y a través del efecto de las olas que recobra su centro gracias a la erosión del mar. Los versos siguientes, creo que no merecen mayor explicación por mi parte. No somos dueños de la trascendencia que pueden tener nuestras elecciones y para bien o para mal, transitamos eligiendo aquí y allí lo que creemos es mejor para nuestra existencia. Que somos “Like a rolling stone”, vamos.
En fin, colocar aquí esta muestra del arte de “La de los peines” ha sido porque me parece una de las más bellas metáforas de la vida que jamás haya oído.
Felicidades por los últimos acontecimientos de tu vida. Reparte abrazos por Alemania de mi parte.
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