INTRO.
Una historia nos pertenece en el momento que la vivímos. No solo viviéndola en primera persona, sino también, escuchando - recordando - inventando - viendo - soñando - escribiendo - olvidando - … compartiéndola.
Si nos situamos como simples espectadores ante cualquier episodio que la vida nos ofrece, en vez de cómo sufridores protagonistas, cualquier historia resulta infinitamente amable.
Sirva esta reflexión para que en la próxima entrada trate de rescatar algunas de las sensaciones que me asaltaban en aquel tiempo cuando comenzaba a escuchar Jazz. (...)
Sirva esta reflexión para que en la próxima entrada trate de rescatar algunas de las sensaciones que me asaltaban en aquel tiempo cuando comenzaba a escuchar Jazz. (...)
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