________________________________________________
________________________________________________

martes, 11 de septiembre de 2007

TÓCATE LOS HUEVOS.

En las innumerables incursiones que hago a los pueblos donde realizo mi trabajo, -allí donde el tiempo es otro-, no faltan las obras, ni sus obreros y por su puesto, las calles que no conducen a ningún sitio.
Una de estas mañanas visité uno de estos pueblos para responder a una cita concertada con mi compañera. Una vez acabada la tarea, subí al coche para salir de aquel pueblito -no diré cual por no ofender el orgullo patrio de nadie-. Me encaminé por el que creí el trayecto mas corto para salir de allí, tomando la dirección hacia la carretera que me devolvería al pueblo donde tengo el despacho. Creyendo que encontraría enseguida el camino, la decisión de girar a la izquierda en una encrucijada de angostas calles me llevo a toparme de bruces con la escena de una obra con unos relajados obreros que acostumbrados al poco tránsito de gentes y vehículos, habían invadido la calzada con un montón de arena, una hormigonera y un bidón de agua, dejando un paso tan estrecho que resultaba imposible franquearlo.
Los susodichos ni se inmutaron al verme e hicieron caso omiso a la dificultad que pudiera estar teniendo para pasar. Se suponía que de haber sido una obra en la que se necesitara cortar la calle, habría existido una mínima señalización para evitar el tráfico pero no, solo se trataba de la desorganizada obra de una vivienda del pueblo. Viendo que aquellos indolentes obreros no daban muestras de hacerse cargo de facilitarme la tarea, fui yo el que tomó la iniciativa bajándome del coche para intentar conseguir la ayuda que necesitaba para salir de allí.
- La calle no está cortada, ¿verdad? -pregunté al albañil que me pareció más accesible, confiando en que se percatara de la situación-.
- No,... puede pasar.
- Pero,… si no quepo,.. si pudiéramos apartar la hormigonera... -dije al relajado albañil ofreciéndole lo que creí la solución mas viable-.
- Es que la acabamos de cargar... -sentenció dándome a entender que no seria posible moverla-.
- ¿Entonces...? -dije obligándole a participar en la búsqueda de una alternativa-.
- Si quiere,… podría apartar el bidón…
- Hombre,… -digo dejando caer la cabeza sobre un lado y encogiendo levemente los hombros como asintiendo-.
Pero para mi sorpresa no había acabado la frase.
- …pero está lleno de agua y pesa mucho -concluyó parsimoniosamente-.
- Vamos,… que tampoco se puede apartar.
Parcamente el individuo me contestó encogiéndose de hombros.
- Pues no me queda otra que dar la vuelta,… -digo-.
- Hombre,… -dijo empleando el mismo gesto que yo había tenido un momento antes-
Viendo que el dialogo con aquel tipo no llevaría a ningún sitio zanjé la conversación.
- No se preocupe... -dije tratando de que no sonara a sarcasmo-, intentaré dar la vuelta aquí mismo.
Y allí mismo -mientras me acordaba de lo que suele decir mi amigo “joserramon” en estos casos-, me las vi negras para dar la vuelta con la dificultad añadida de tener a un lado aparcados los que imaginé serían los coches de los obreros. Haber pedido que movieran alguno para facilitarme la labor, hubiera sido salir de Escila para dar en Caribdis, así que después de numerosas maniobras pude deshacer el camino para encontrar la carretera que andaba buscando.
Lo que digo, -como dice “joserramon” al perder la esperanza de que algo -o alguien- muestre el más mínimo resquicio de poder cambiar-,… tócate los huevos.

7 comentarios:

almena dijo...

jajajajaaaaa es una buena filosofía la de tu amigo "joserramón"

:)

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Hilarious. Pero-una mujer puede decirlo tambien?

Manolo Merino dijo...

Almena,
Tendrías que conocerlo.
Un abrazo.

Anónimo,
Seguro, es una expresión "unisex".
Gracias por estar ahí.

Anónimo dijo...

Es un placer estar aqui y leer tus cuentos y observaciones. A mi me encanta leer y escribir, asi que...A veces, mientras manejo entre la casa y cualquier destino, sea el trabajo, para reunirme con unos amigos, pienso en lo que has escrito y me hace sonreir, y tener aun mas fe en my fellow human being (how do you say that?). Gracias a ti!

Manolo Merino dijo...

Eres un encanto. Ahora soy yo el que sonrío al leer tu comentario.
Ahh! -léase un suspiro-, el genero humano, ese gran desconocido.
Espero que te guste el nuevo post que subiré en unas horas.
Un abrazo.

Carito dijo...

A la espera del nuevo post entonces!
En cuanto al señor joserramno, qué pintoresco, propio de esos pueblos que ni sabes que existen...

MAX Y LULA dijo...

Me ha gustado la descripción-narracíón-dramatización que has dado del suceso. Me he visto completamente reflejado... esa impotencia de saber que no hay nada que hacer y que no te vas a poner a repartir gorrazos a diestro y siniestro porque no es plan... pero bueno, siempre nos quedará el karma :-D

____________________________________________

Para el que sabe ver todo es transitorio