________________________________________________
________________________________________________

lunes, 21 de abril de 2008

DEVANEO. Ocho.

Al girar en una esquina, rueda una moneda hasta mis pies. Levanto la vista y descubro a una joven madre que, cargada con numerosas bolsas y un bebé en uno de sus brazos, arrastra atropelladamente con su mano libre a otro niño que camina dando trompicones y mirando hacia atrás con su manita extendida. Sonrío y me devuelve la sonrisa justo cuando, obedeciendo la indicación de su madre, vuelve la cara hacia delante.

No hay comentarios:

____________________________________________

Para el que sabe ver todo es transitorio